Condenados al silencio

Este lunes las portadas estuvieron dedicadas a Enric Mas y Mario Mola. El primero de estos dos deportistas mallorquines acabó segundo en la Vuelta a España. Una competición que, desde hace muchos años, pasa con más pena que gloria. Nada que ver con la época en la que el país se paralizaba para sentarse delante de la televisión o escuchaba los míticos finales de etapa en la radio. Por su parte, Mario Mola consiguió su tercer Mundial de triatlón de forma consecutiva. Una especialidad que debe ser muy exigente al más alto nivel pero que, así como el ciclismo tuvo su esplendor, el triatlón nunca lo ha tenido y no tiene visos de que algún día sea un deporte mediático.

Sin duda todo este foco mediático es más que merecido, pero el lector, oyente, espectador y el patrocinador lo que quiere es fútbol.

Sin plus

Mola y Mas están teniendo en las últimas horas un reconocimiento sin duda merecido pero efímero. En especial el del afable triatleta porque su deporte vende lo que vende y, además, solo lo hace entre practicantes a este deporte tan duro como exigente. No hay que engañarse. La proyección lejos del mundo de esta disciplina olímpica, así como del atletismo en general, es solamente puntual. Afortunadamente el mallorquín acaparará alguna portada de vez en cuando al presentar un currículum de auténtico laureado con su triple corona de campeón del mundo. Desgraciadamente ni su cercanía ni su humildad han sido un plus para que sus triunfos lleguen al ciudadano de a pie.

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Lastre del doping

Lo mismo ocurrirá con Enric Mas si no logra instalarse de manera permanente en la élite del pelotón o enlaza victorias en etapas de alguna de las grandes vueltas. El artanenc tiene a su favor que el ciclismo en carretera sigue interesando a algunas cadenas de televisión y prensa deportiva generalista. Algo que le otorga un bonus sobre el triatleta calvianer. En contra del ciclista juega la escasa credibilidad de un deporte en el que los continuos casos de dopaje están manchando su imagen. Hay muchísima gente, simples aficionados al deporte del pedal, que después de ver y saber que existe un submundo en este durísimo y sacrificado deporte; han optado por borrarse.

Retorno mediático

Pero el gran enemigo de Mola y Mas es el fútbol. Los dos campeonas le han robado una portada al RCD Mallorca durante un lunes con fotos, crónicas, tabla de palmarés, entrevistas a familiares y sus propias declaraciones. Sin duda todo este foco mediático es más que merecido, pero el lector, oyente y espectador lo que quiere es fútbol y saber por qué el Mallorca empató en Elche, qué pasa con el tope salarial o que ocurre entre Moreno y Valcarce. Esta es la realidad pura y dura sin olvidar que los patrocinadores que buscan un retorno comercial solo lo encuentran en la entidad rojilla y en Rafel Nadal.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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