¡Sí, se puede!

Robert Sarver debe estar eufórico. Su equipo de fútbol jugará de nuevo en Primera División y el de baloncesto está a un paso de ser, por primera vez, campeón de la NBA. Los Phoenix Suns esperan rival para arrancar la final del PlayOff algo que desde 1992 no han conseguido. Hoy el sueño de ganar el anillo está más cerca que hace casi treinta años. Dicen los expertos que tiene que ser este año o nunca dado el gran potencial del campeón de la Conferencia Oeste después de eliminar a Los Ángeles Clippers con autoridad en semifinales. El rival en la gran final serán los Milwaukee Bucks o los Atlanta Hawks que están disputando una igualadísima serie.

Esta filosofía NBA tan poco resultadista requiere grandes dosis de paciencia algo que en el fútbol parece imposible.

Ingresos

En lo económico, para el dueño del Mallorca y los Suns, ha sido un gran año. Las excelentes campañas de sus equipos le han reportado algo más de 45 millones de euros en su negocio europeo y 3,6 millones de dólares a lo que hay que añadirle variantes conseguidas en la fase regular alcanzando los cinco millones solamente en premios para su negocio norteamericano. Pero a Sarver no le importan las ganancias oficiales. El gran negocio está en el valor de la franquicia que ya hoy está por las nubes en el exclusivo planeta NBA donde se multiplican gracias a los ingresos atípicos en concepto de merchandising, ticketing o derechos audiovisuales.

Saneados

Hace mucho tiempo que el ex banquero multimillonario no aparece por la isla pero nada se le puede reprochar porque sigue pagando religiosamente las facturas con un control de gasto ejemplar. El Mallorca de Sarver es el mejor económicamente en los más de cien años de historia. Su socio y amigo personal Andy Kohlberg lo ha comentado en alguna ocasión. Su hoja de ruta con el equipo rojilla es la misma que aplican en los Suns: prioridad al control financiero y los resultados deportivos ya llegarán con el tiempo.

Paciencia

Esta filosofía tan americana y que tanto nos está costando de entender y asumir a los futboleros es poco resultadista y de escasos sentimientos. En su club de baloncesto a Sarver y a sus colegas con el ex NBA James Jones como manager general están triunfando en lo deportivo y económico aplicando grandes dosis de paciencia algo que en el fútbol parece imposible. No esperan una semanas donde, aunque solamente sea por simpatía hacia el dueño del club o curiosidad, dormir será de cobardes. ¡Sí, se puede!

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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