Oscar Pereiro lo comenta siempre que se le pregunta: “Venir a la Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo es como estar en familia”. Quizás por esta razón, el ganador del Tour de Francia del 2006 no falla nunca a la cita. Pereiro dio ejemplo y vino acompañado de sus hijos y pareja, Bibiana.
En esta edición, la familia era el argumento y reclamo principal de la organización. Fueron muchos los ciclistas que acudieron a la cita acompañados de su pareja y/o de sus hijos.
La familia que cumplió con creces a la llamada fue la Indurain- López de Goicoechea. El gran campeón navarro estuvo acompañado por su esposa Marisa, sus tres hijos, Miguel, Jon y Anam, y la novia del primero.
Que el ciclismo es un asunto familiar quedó acreditado en la XXII Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo.
Miguel Indurain demostró una vez más que se mantiene en forma. Sin embargo, completó su conocida faceta de campeón con la de ser un excelente maestro en el arte de dar pedales, acompañando a sus dos hijos más jóvenes, Jon y Ana, a iniciarse en el ciclismo dentro de un pelotón.
La lista de invitados ilustres la completaba Joane Somarriba, acompañada por su marido Ramón González Arrieta, el que fuera gregario de Indurain en la época de sus cinco Tour de Francia. El matrimonio de ciclistas estuvo acompañado por dos de sus tres hijos, cumpliendo así con el reclamo de una edición que volvió a superar con creces las mejores expectativas de los más de quinientos participantes.
Dos jornadas radiantes de ciclismo
La jornada del sábado empezaba con un radiante día de sol. Como si el verano se resistiera a terminar, el calor acompañó al grueso del pelotón.
Ibiza capital ejerció de anfitriona con el ambiente festivo de costumbre. Después del susto por la vaguada que sufrió Vila días previos al inicio de la Vuelta, la normalidad se celebraba con más entusiasmo, si cabe.
El ascenso cronometrado a la Cala de San Vicenç y un segundo tramo cuando se avistaba la meta de Sant Antoni, condimentaron un poco más la adrenalina de todos los ciclistas participantes.
Una edición más, la Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo acabó siendo un fiesta del ciclismo.
Sant Josep hizo lo propio en la mañana del domingo. Segunda etapa, con cierto dolor de piernas por el desnivel acumulado en la primera jornada, pero sin dar tregua con un sube baja constante; repechos cortos de pronunciado desnivel que terminaron sacando lo mejor de cada ciclista.
Las preciosas vistas marineras, el bosque mediterráneo de la isla y el cálido recibimiento de vecinos y espontáneos sorprendidos por la multitud de ciclistas que salían a su paso, realzaron todavía más la fiesta del cicloturismo.
La voz de Juan Mari Guajardo, speaker de La Vuelta y de otras tantas carreras ciclistas, narraba con su inimitable estilo todo lo que iba aconteciendo. La fiesta fue grande. Una vez más, la Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo terminó con un ambientazo. La familia ciclista se mostró más unida que nunca gracias a la pasión compartida por el ciclismo.
