Algún día debía suceder. Un ciclista, muy proclive a las clásicas italianas, en donde ha logrado alguno de sus éxitos más sonados, era preciso que viviese la experiencia del Giro de Italia.
Enric Mas ha desvelado su calendario para este 2026. Por primera vez en su trayectoria profesional, apuesta por el Giro y la Vuelta como sus principales objetivos de la temporada.
En plena madurez como profesional, alcanzada la treintena, con la estabilidad de un contrato renovado hasta el 2029, así como el disfrutar de una familia con dos hijos pequeños que te esperan en casa, son componentes que invitan a pensar que, la necesaria alineación de los astros para poder lograr un éxito sonado en un ciclismo tan competitivo, puede tener su momento en la próxima edición de la ronda transalpina.
Con contrato hasta el 2029, Enric Mas afronta la madurez como ciclista con gran estabilidad
Somos muchos los que hemos opinado en alguna ocasión que el formato del Giro le puede ser favorable al mallorquín. La idea de que no conoce la carrera —será su debut en el Giro— no es un inconveniente a priori que deba ponderarse en exceso.

Italia espera
Enric Mas ha destacado en las clásicas italianas, ha brillado en carreras de una semana como la Tirreno-Adriática, carreras que se disputan en el norte de Italia, que es mayormente la zona donde se dilucida el Giro en su tercera semana.
Como avezado vueltomano que es, la costumbre del organizador del Giro de Italia de reservar toda la artillería para la tercera semana es una baza que puede ser muy rentable para el mallorquín. Su mejor rendimiento siempre se ha producido en la tercera semana de carrera, factor muy propicio.
El frecuente mal tiempo que suele asolar al Giro de Italia será la dificultad que tendrá que saber gestionar
El escollo que deberá sortear y gestionar es el mal tiempo por el cual suele transitar la corsa rosa, cuestión más de actualidad después de la reflexión de Pogacar, hace pocas semanas, al proponer intercambiar las fechas con la Vuelta. Un debate siempre abierto dado que, en muchas ocasiones, la dirección de la carrera se ha visto obligada a recortar etapas decisivas por la mala meteorología. Una dificultad que Enric Más no ha sido obligado a gestionar en sus anteriores Tour y Vuelta.



