Generalmente el periodo de descanso navideño es algo excesivo siempre que sobrepase la semana de parón. El reset mental, antes de encarar la recta final de competición, puede servir en el aspecto psicológico sin olvidar que el desentrenamiento es más acelerado, a nivel fisiológico, que las mejoras que uno adquiere entrenando. En el caso del Mallorca, en diez días, hay un déficit evidente. Con lo cual habrá que cargar las pilas a los futbolistas de cara al primer partido del 6 de enero para sacar su máximo rendimiento.
La planificación es clave para optimizar el rendimiento debido a que la temporada no ofrece más parones.
Acto de responsabilidad
A nivel de recomendaciones navideñas, cada futbolista conoce su dieta individualizada y supervisada por especialistas en nutrición. Es posible que en las comidas en familia se la salten, pero no pueden cometer excesos. Hay equipos profesionales que, al igual que en verano, sancionan el sobrepeso que traiga cada futbolista. El Montpellier francés impone una sanción de un euro por cada gramo extra que supere el peso ideal del jugador. En caso de llegar al kilo, la ecuación alcanza los mil euros.
No veo la necesidad de tener que hacer un stage desplazándose lejos de la isla -como si sucede en verano- puesto que el plazo temporal es limitado. El caso del Hertha de Berlín -equipo de la Bundesliga alemana que viene a Mallorca este mes de enero- se explica por el hecho que su parón es mucho más prolongado huyendo del hostil invierno centroeuropeo y sus bajas temperaturas.
De lo general a lo específico
En cuanto al trabajo a realizar, lo importante es pasar de un trabajo general de acondicionamiento general a otro cada vez más específico. Hay que dar mayor importancia a la fuerza y resistencia además de dosificar el trabajo de cada una de las capacidades básicas. La planificación es clave para optimizar el rendimiento ya que, todo aquello que se quede en el tintero, no podrá recuperarse debido a que la temporada no ofrece más parones en Segunda.
Foto portada: RCDM.