El jersey de la suerte

Escribía esta semana Elena García en Diario de Mallorca que Luis García es uno de los nuestros. Un calificativo que el entrenador se ha ganado con su rápida adaptación a la isla con fotos posando con su esposa en las redes sociales de excursión por nuestra querida Serra de Tramuntana. También se le ve, cuando le es posible, acompañado a su hijo por los campos del futbol de ca nostra. Por no hablar del carácter abierto y cercano que le ha convertido en muy poco tiempo en el entrenador más carismático lejos del banquillo que ha tenido el Mallorca.

Carisma

Como comenté hace algún tiempo, García Plaza es tras Luis Aragonés el más mediático de ellos. Sus intervenciones en las ruedas de prensa siempre son intensas y llenas de contenido. Algo que hay que agradecerle en este fútbol tan encorsetado y controlado por los propios clubes en lo que a comunicación se refiere. La incombustible Catalina Cirer, en una charla informal, comentaba con gran acierto que este míster “sería la bomba en el trato con los aficionados”. Comparto su opinión. El técnico madrileño debe ser el gran protagonista, seguro que en el club lo tienen presente, del ansiado regreso del aficionado rojillo al estadio de Son Moix a la hora de transmitir el sentir de la institución para la vuelta a la normalidad.

Manías

El último ejemplo de su talante lo tenemos cuando, después de la importante victoria en Butarque, me respondió a la pregunta de por qué siempre lleva el mismo jersey azul en los partidos. Cualquier otro habría eludido la respuesta echando balones fuera. Él, algo sorprendido y sonrojado, respondió con complicidad que es “una marca que me gusta y tengo la manía de no cambiar de ropa cuando no perdemos”. Se lo puso después de perder con el Rayo Vallecano y reconoció que son “manías de entrenador”.

Esta marca me gusta y tengo la manía de no cambiar de ropa cuando no perdemos.

Vino y rosas

Por otro lado lo poco que trasciende del vestuario son todo buenas palabras hacia su jefe. Existe una gran complicidad entre los más veteranos con él y así también lo ha reconocido públicamente el técnico. “El núcleo duro del vestuario es gente currante, buenos profesionales y su lado humano es muy importante para poder desempeñar mi trabajo”, confesó. Desde la propiedad, pasando por los futbolistas, aficionados y medios están entregados con el entrenador. Sin duda la gran temporada del equipo ayuda a que, hoy por hoy, se vivan días de vino y rosas.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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