Jumbo en modo invictus

Solo Philipsen del Alpecin- Deuceninck en la BruggeDe Panne ha conseguido arrebatar el monopolio del Jumbo- Visma en lo que llevamos de temporada de clásicas belgas. Un dominio aplastante que manifiesta que la escuadra neerlandesa es, sin lugar a dudas, el equipo más potente de este principio de temporada.

Ninguna sorpresa hasta aquí. Basta repasar el listado de nombres que militan entre las abejas del pelotón para deshacerse en elogios ante la versatilidad poliédrica de este equipo, en apariencia invencible. La exhibición de Van Aert y Laporte en la Gante- Wevelgem ha sido criticada por muchos. También por el mito belga y mundial Eddy Merckx, que afirmó cuando se le interrogó acerca de aquel final tan fraternal que, evidentemente,  él nunca hubiera hecho algo parecido. Por algo es se le conocía por el Caníbal.

Preparando la gran cita: el Tour de Flandes.

Regresemos al 2023. De Ronde – A Través de Flandes– representa el telonero de una de las grandes citas del año: el Tour de Flandes. Muchos ciclistas escogen esta clásica para acabar de coger el punto de competición. Este año fue  el caso de Pedersen o Van Baarle. Algunos, como Tom Pidcock o Julian Alaphilippe la disputan para reengancharse después del infortunio, y otros, no necesitan tener constancia de su álgido momento y prefieren reservarse pocos días antes de la disputa del segundo monumento de la temporada.

De entre todos los favoritos sobresalen dos nombres: Van Aert y Van der Poel.

Está escrito en todos los idiomas. El Tour de Flandes es una religión para los flamencos. Es la gran fiesta nacional, y se celebra el primer domingo de abril desde 1913. Nada se puede comparar con lo que se vive en la patria de los adoquines. Esta llanura verde es famosa  por contar con los muros más celebres. Rampas que son santo y seña de la clásica por antonomasia. Los más conocidos son el Kapelmur y su reconocida capilla, que todavía recuerda aquel ataque de Cancellara frente a Boonen, o el Oude Kwaremont con sus tramos de pavé al 11%; el Kortekeer invita a cantar un más pronunciado todavía, el Wolvenberg, igual de corto que vertigionoso con su 19%, y el Molenberg y su 17% para terminar de hacer estallar de ácido láctico las piernas de los ciclistas, después de ciento cuarenta y dos kilómetros de carrera. 

Pogacar no se lo pierde. 

Laporte venció en A Través de Flandes y apuntó una muesca más en el revolver de los Jumbo. Se promete un duelo estelar de los dos siameses del pedal: Van Aert y Van der Poel. Sin embargo, hay una relativa sorpresa de última hora que lleva por nombre, Tadej Pogacar. El Caníbal en versión moderna no se quiere perder la celebración. Es otro de los que no ha necesitado ejercitarse en la previa. El esloveno se enfrentará a sus adversarios más favoritos. Es probable que volvamos a asistir a un duelo de gallos como el que se vio en la reciente E Saxo Bank Classic o en la mismísima Milán – San Remo. En pocos día saldremos de dudas.  

La tradición e historia del Tour de Flandes la convierten en un sueño para los ciclistas.

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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