La última bala

Se ha escrito mucho de Alejandro Valverde. Será difícil ser original. Por esta razón, la duda merodea en el preámbulo de este artículo. Finalmente, me decido porque la obra ciclista del murciano merece tener su espacio en este portal de opinión deportiva.

Valverde ha renovado esta semana y nos ha anunciado que será su última temporada, su última “bala”. Hace pocos días tuve la suerte de visitar el Museo del Ciclismo que Arturo Sintes ha inaugurado en Mahón, y entre los cientos de fotografías, recuerdos y bicicletas, pude contemplar una instantánea del equipo Illes Balears de la temporada 2005. Allí estaba nuestro protagonista. Por entonces, ya era un ciclista consolidado.

En el Kelme, su anterior equipo, había destacado lo suficiente como para dar el salto a la escuadra sucesora del mítico Banesto. En la comentada fotografía, le acompañaban corredores mallorquines como Reynés, Horrach, Colom y Tauler, entre otros muchos. Verlo allí, con ciclistas que hace décadas se retiraron, me invitó a la reflexión que a continuación les comparto.

Estar en la cumbre de un deporte como el ciclismo durante más de veinte años es algo inédito en toda su historia.

Intergeneracional

Este hombre bici, que es como defino a Alejandro Valverde, ha competido de igual a igual con tres generaciones diferentes. Entendiéndose como tales, los ciclos vitales y deportivos de diez años. Lo hizo con la generación que dominó Lance Armstrong (2000-2010), con la de Chris Froome (2010-2020), y se despedirá en los inicios de la de los precoces Pogacar, Bernal, Van der Poel, etc. Para hacerse una idea de la situación, uno cae en la cuenta de que cuando estos casi iban con paquete, Valverde ya ganaba etapas en el Tour.

Quisiera ser capaz de explicarles los estoicos esfuerzos personales que representa lo que acaban de leer. Estar en la cumbre de un deporte como el ciclismo durante más de veinte años es algo inédito en toda su historia. No hay parangón que lo iguale. Lo más parecido lo encontramos en mitos como Bartali y Coppi, quienes forzados por la II Guerra Mundial, tuvieron que recomenzar su carrera deportiva hasta finales de los 40, en el caso del Monje Volador, y hasta los 50 en el del Il Campionissimo. Mitos del ciclismo a los que Alejandro Valverde podría mirar tranquilamente a los ojos.

Más de mil kilómetros de media a la semana, un control exhaustivo de la alimentación, cientos de días al año alejado de tu hogar y familia, lesiones y sus periodos de recuperación, controles sorpresa en cualquier día y a cualquier hora, dar cuenta en todo momento de donde te encuentras so pena de sanción, además de un sinfín de pormenores y detalles de la vida de un profesional del ciclismo, todo ello durante más de veinte años ininterrumpidos, es acostumbrarse a vivir en lo más parecido a un cuartel televisado a lo Gran Hermano.

Irreductible guerrero

Valverde encarna los valores del ciclismo. La demostración más reciente la encontramos en la última Vuelta a España. Cuando entró en su Murcia natal y, ambicioso, preparaba su penúltimo intento de vestirse de rojo a sus más de cuarenta tacos. Después, llegó aquel terraplén que destrozó su clavícula derecha y con ello lo que podría haber significado el derrumbe para cualquier mortal corriente. Pero Valverde no es un ser ni corriente ni moliente. Tras pasar por el cirujano, el viejo se volvió a levantar, subirse a un rodillo con el brazo en cabestrillo, y comenzó con una sonrisa a preparar el final de temporada. En el cual ganará su etapa en el Giro de Sicilia y mantendrá posiciones de privilegio en todas las carreras de otoño.

Veinte años dan para libros enteros. Ya se ha escrito alguno. Como el que narra su victoria en Insbruck, aquella por la que había luchado media vida y que le convirtió en Campeón del Mundo en Ruta. Uno de los mundiales más duros que se recuerdan. Meses antes, Javier Mínguez, entonces seleccionador nacional, se subía por las paredes cuando a la Vuelta de aquel año, Valverde la competía como si no hubiera después un Mundial idóneo para sus características. Pero el Bala no tiene recámara. Dispara siempre a ganar. Ahora nos ha dicho que no le queda más que una, la del 2022. Pero yo no acabo de creérmelo. ¿ Y ustedes ?

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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