Se busca líder

El RCD Mallorca está sumido en el caos deportivo. Luis García Plaza dio muchas pistas sobre ello pero ha sido Lago Junior quien lo dejó muy claro en su comparecencia ante los medios asegurando haber tenido “ofertas pero el club no deja salir a sus mejores jugadores”. Demoledoras afirmaciones. El CEO Alfonso Díaz y el director deportivo Pablo Ortells han perdido el control de la plantilla viéndose desbordados por los acontecimientos del mercado de fichajes. La falta de una figura de un ejecutivo con mando, pero sobre todo que transmita orden y sepa poner en su lugar a futbolistas y representantes, está motivando un importante descontrol en el área deportiva.

Un equipo que tiene el objetivo del ascenso no puede tener a futbolistas nada involucrados o distraídos.

Orden y disciplina

Nadie pone en entredicho la valía de Díaz en la gestión del marketing del club hasta hoy pero su papel no impone respeto en el vestuario al igual que el de Ortells. Quien seguro que dispone de una excelentes relaciones con otros clubes, directores deportivos y agencias pero nunca ha tenido que negociar con nadie y menos manejarse en este escenario. Tampoco parece que quien establece las condiciones de los contratos o quien negocia las salidas y fichajes actualmente en la entidad es su presidente Andy Kohlberg. Toda la responsabilidad recae en dos profesionales que, en ningún caso, parecen tener el perfil adecuado para encararse al difícil mundo del mercado futbolístico. Urge incorporar a un negociador sin escrúpulos. Alguien que imponga solamente con su presencia en la planta noble, vestuario y entorno de la primera plantilla con orden y disciplina.

Relevo en el vestuario

Dos buenos ejemplos que la afición conoce bien son Mateu Alemany y Maheta Molango. Con ninguno de los dos la institución viviría una situación de desasosiego y con varios de sus futbolistas que presionan para marcharse imponiendo ellos las condiciones. La situación es de extrema gravedad para un equipo que tiene el objetivo del ascenso. Es impensable tener a futbolistas nada involucrados o distraídos como el propio Luis García Plaza denunció tras la derrota ante el Rayo Vallecano. Al margen de situaciones con nombres y apellidos, parece haber llegado la hora de un cambio generacional. Son muchos los que no están cómodos y esto Vicente Moreno lo sabía. Es por ello que tomó la decisión de marcharse.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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