Este Mallorca dará guerra

Me sorprendió gratamente ver que no hubo tanta diferencia entre Mallorca y Osasuna el domingo. Los mallorquinistas fueron merecedores del triunfo y controlaron el encuentro. Tampoco me esperaba un once tan ofensivo de Vicente Moreno con dos atacantes como Abdón y Castro además dos bandas ofensivas como Lago y Aridai. Esta disposición sería más entendible en Segunda B donde los rivales no ofrecían tanta resistencia pero, en Segunda, lo normal es ver una tendencia de más centrocampistas más de robar que de construir.

Este equipo podrá ganar a cualquiera en Son Moix porque el comportamiento estuvo muy por encima de las expectativas.

Al límite

Viendo el despliegue del equipo uno debería pensar en que el Mallorca no debería pasar por problemas clasificatorios que, tal vez a priori, podíamos pensar que se sufriría más en la nueva categoría. Para jugar al límite como quiere el míster, el plan físico debe mantener un estado óptimo de todos los jugadores. Las condiciones físicas tienen oscilaciones durante la temporada y el trabajo del preparador físico consistirá en dosificar los esfuerzos. El hambre que vimos en los jugadores el domingo debe servir para poder sacar algo positivo en la visita al Rayo Majadahonda. Este equipo podrá ganar a cualquiera en Son Moix porque el comportamiento de los futbolistas estuvo muy por encima de las expectativas.

Abdón ejecutando el penalti que dio los tres puntos al Mallorca. Foto: RCDM.
Abdón ejecutando el penalti que dio los tres puntos al Mallorca. Foto: RCDM.

Estabilidad y continuidad

Bielsa decía que para atacar hace falta orden, esfuerzo y talento. Para defender solamente se necesita disciplina y esfuerzo. Es por ello que la versión luchadora que vimos en Abdón durante el estreno del domingo depende de su voluntad. El mallorquín sabe que si no cambiaba de chip, iba a volver a jugar en algún equipo de Segunda B. Para mí Salva Sevilla es insultantemente superior a nivel técnico en comparación a cualquier otro jugador de la plantilla. Ante Osasuna el equipo intentaba salir tocando desde atrás y, si el balón no pasaba por él, era complicado llegar a los delanteros. No tiene velocidad de traslación pero sí técnica, para jugar a uno o dos toques, además de mental teniendo claro lo que hará en su siguiente movimiento. La estabilidad que aporta la continuidad del entrenador y la columna vertebral del vestuario ayuda a mantener los hábitos y mecanismos del equipo.


Portada: Valcarce pugando un balón ante un rival de Osasuna en Son Moix (RCDM).

Sobre Miquel Soler

Ex futbolista de Espanyol, Barcelona, At. Madrid, Sevilla, R. Madrid, Zaragoza y Mallorca. Entrenó también a los mallorquinistas en la temporada 2014/15. Actualmente es comentarista en Movistar Fútbol y TTdeporte en esRadio.

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