Evenepoel

Remco Evenepoel tiene apenas veintidós años recién cumplidos y en ellos ya les cabe una biografía. Empezó destacando en el fútbol en las categorías inferiores de clubes campeones de Europa como son el Anderlecht y el PSV Eindhoven.

Dicen que despuntaba. Como le sucedió a Rafa Nadal, en sus inicios deportivos, se le presentó la encrucijada de tener que elegir. En ambos casos, el fútbol perdió insólitamente la batalla para suerte del ciclismo y del tenis, recíprocamente.

Empieza fuerte en Valencia sufriendo los rigores de los desniveles más pronunciados y pone su mirada en La Vuelta.

Por la boca muere el pez

Remco tiene carácter. Es un belga orgulloso y seguro de sí mismo. Algo necesario, pero que no ha sido capaz de gestionar en estos tiempos, tan proclives a prestar atención de lo que dicen de uno. En algunas de sus victorias hizo algún alarde exagerado de superioridad, y en un deporte tan agonístico como el ciclismo, tales actitudes representan facturas que se pasan al cobro sin descuento.

Por la boca, muere el pez. Es otra de las facturas que paga todavía, después de alguna declaración, en la que le ha fallado una mesura de la que siempre ha hecho gala nuestro Rafa Nadal; sin que con ello pueda deducirse que el mallorquín no habla claro y no sepamos lo que piensa, ante cualquier cuestión.

 

Talento

Lo que no se le discute a Evenepoel es su talento y su gran condición. Algo que puede haber provocado alguna vieja envidia que supure en la nostalgia. Su caída y grave accidente en Lombardía pudo ser ese mal del que se puede haber sacado mucho bien.

La temporada pasada fue su desierto. Se precipitó su regreso, forzando una expectante participación en el Giro que acabó en rotundo fracaso. A partir de ese fiasco, fueron más los tumbos que los aciertos, salvados por algún podio de prestigio, pero muy lejos de su ambición y de los pronósticos de su potencial.

Proyección o frustración

Año nuevo, vida nueva. Evenepoel afronta, ahora sí, su primera temporada estable como profesional. Atrás queda la exagerada expectación de los más apasionados locutores y también la inquisidora mirada de sus paisanos hacia el nuevo profeta en la nación donde el ciclismo es una religión. Ha empezado fuerte ganando en Valencia y sufriendo los rigores de los desniveles más pronunciados ante rivales como Vlassov, Rodríguez y Enric Mas. España se le da bien. Y en La Vuelta tiene puesta su mirada.

Evenepoel se enfrenta a esa disyuntiva tan complicada del deportista precoz cargado de talento y capacidades. Los expertos hablan maravillas de su proyección. Sus rivales son fuertísimos. Quizás la generación de ciclistas más completa de la historia. ¿Acabará como una gran promesa frustada? O, por el contrario, estamos ante el nacimiento del nuevo Merckx, aún contra la voluntad y deseo del original. El 2022 empezará a darnos alguna respuesta. Seguramente, no todas.

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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