La DH a examen

La Divisón de Honor Juvenil es la categoría estrella de la fase final del fútbol formativo y en la que todos los futbolistas juveniles aspiran a jugar y lo entrenadores a dirigir. Nuestros equipos están encuadrados en el Grupo III de una categoría desequilibrada con auténticos transatlánticos profesionales. Son ejemplo Barça, Espanyol o Girona en Primera, Zaragoza, Mallorca o Nàstic de Segunda e incluso clubes con presupuestos millonarios que se enfrentan a equipos mucho más modestos como el Manacor o la Penya Arrabal. A punto de alcanzar el ecuador de la competición es momento para hacer balance de los nuestros.

El Mallorca sigue mirando arriba, el San Francisco no se complica, el Manacor paga su inexperiencia y la Penya Arrabal compite con ilusión.

Primos hermanos

El Mallorca, que parece haber perdido parte de aquel potencia que tenía temporadas atrás que le presentaba como uno de los favoritos, está realizando una temporada que le mantiene como cuarto clasificado a solamente tres puntos del subcampeonato que da opción a disputar la Copa del Rey. Habrá que esperar en las próximas jornadas si su fútbol le permite agunatar el tirón hasta el final manteniendo su candidatura. El San Francisco es de facto el segundo equipo juvenil del Mallorca. Este hecho le permite transitar plácidamente por la zona tranquila de la clasificación como en las últimas temporadas. Llevan camino de salvarse holgadamente. Está claro que la alianza estratégica del club que preside Amedeo Spadaro le da mucho rédito y le permite permanecer, año tras año, en la élite del fútbol español juvenil.

Saludo entre los capitanes del San Francisco y la Penya Arrabal. Foto: Biel Capllonch/Fútbol Balear.
Saludo entre los capitanes del San Francisco y la Penya Arrabal. Foto: Biel Capllonch/Fútbol Balear.

Falta experiencia

Otro gallo canta con los otros clubes isleños. El Manacor, tras varias campañas asentado en la categoría, padece un auténtico calvario y no hay duda que están pagando la poca experiencia de la mayoría de futbolistas de su plantilla. A pesar del esfuerzo de su cuerpo técnico, encabezado por Tià Arbona, le cuesta mucho competir en una liga como esta en la que no cuenta con jugadores cedidos del Mallorca o llegados de la península. Esta temporada son los de la casa los que deben tirar del carro. Las próximas tres jornadas marcarán su devenir para llegar con vida en la segunda vuelta ante rivales directos como Manresa, Olivar y el derbi con la Penya Arrabal.

Gen competitivo

Estos últimos, debutantes en la categoría, al fin lograron hace un año su objetivo de ascender. Por ahora están logrando su objetivo porque están fuera de la zona de descenso. El club tiene una gran estructura tras décadas de trabajo bajo la dirección de gente de fútbol que les ha permitido, por ahora, estar en el selecto club de la máxima categoría compitiendo bien a pesar de la falta de experiencia de la plantilla y del cuerpo técnico. Miquel Soler, por su parte, sí goza de tablas dirigiendo y formando a jóvenes de estas edades manteniendo el mismo bloque. Que nadie dude que el objetivo de la permanencia será peleado hasta el final. El gen competitivo de estos futbolistas les permitirá llegar al final de curso dispuestos a todos para seguir un año más en División de Honor.


Portada: Instante del derbi entre Mallorca y Manacor en Son Bibiloni (Patri Bannasar/Fútbol Balear).

Sobre Joan Bibiloni

Ha sido director técnico del fútbol base del At. Balears y Platges de Calvià además de acumular 12 años de experiencia como secretario de la escuela de entrenadores. Ex seleccionador balear sub-18 masculino y sub-18 y 25 femenino.

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