Mientras escribo estas líneas, una tormenta de nieve y frío amenaza el Tour de Flandes 2022. El frente polar que está asolando el norte de Europa puede convertir el Monumento más representativo de todos, en una carrera de épica multiplicada. La salud y la seguridad de los ciclistas estarán en las reuniones previas al día D.
Llegar a ganar en Oudenaarde es de la metas más pretendidas por un ciclista profesional. La dureza de los más de 272 kilómetros de carrera es un hecho incuestionable, por lo que el añadido de tener que correr con pavimento helado, en adoquines por no llamarlos literalmente pedruscos, horas después de la nevada, puede acabar transformando la prueba en un verdadero infierno en plena tormenta.
El regreso del público a las cunetas y a las carpas privadas, habilitadas para la ocasión a precio cósmico, es una de las emociones que nos tiene reservado una edición muy esperada. La expectación es superlativa . Después de dos años de ‘gradas’ vacías , la afición volverá a llenar el famoso circuito como si de un estadio de fútbol se tratase.
El añadido de tener que correr con pavimento helado, puede acabar transformándolo en un infierno en plena tormenta
Puro ciclismo
El olor a gofre y a patatas fritas, acompañados de las mejores cervezas del mundo, ayuda a los aficionados, -un poco más si cabe-, a disfrutar de la cercanía de los ciclistas. El ciclismo es el único deporte que permite un contacto tan estrecho con sus protagonistas. Hasta en doce ocasiones pasan los ciclistas por los icónicos lugares que han conseguido representar la cultura ciclista que se tiene por aquellos lares.
Los Molenberg, Koppenberg, Taaienberg, Oude Kwaremont, Paterberg y Muur-Kapelmuur son el santoral de esta clásica. Una anécdota que explica la grandeza del Tour de Flandes, nos la cuenta la historia del muro de Paterberg. Esta colina adoquinada tiene un desnivel del 13%, que después de 240 kilómetros, está llamada a convertirse en el enclave decisivo para ganar la carrera. Es un tramo construido por amor. El de un agricultor enamorado del ciclismo, que con la pretensión de que los ciclistas pasarán por aquella rampa se puso manos a la obra. Y consiguió lo que buscaba. Desde 1986 el Tour de Flandes pasa por delante de su casa.
De Ronde es ciclismo puro. Es difícil clasificar cuál de los Monumentos es el mejor. Unos se decantan por la Paris-Roubaix por la mística que entraña, otros, por la Lieja-Bastogne-Lieja, por ser la Decana, los italianos por las suyas, la Milán-San Remo y el Giro de Lombardía, pero el Tour de Flandes, para los profesionales, suele ser la preferida. Difícil explicar las razones. Pero han sido varios de los profesionales, clasicómanos todos, a los que les he escuchado esta afirmación. “Como Flandes, ninguno”.
Rival a batir
Se espera que la edición 2022 sea la del gran duelo Wout Van Aert-Mathieu der Poel. Pugna que alcanza también a sus dos equipos, el Jumbo Visma y el Alpecin Fenix, en detrimento de un Deceuninck que pasa por sus horas más bajas en este inicio de temporada, para sorpresa de todos, y en especial, para su patrón Lefevere. La estrategia parte de la novedad de tener que eliminar a Pogacar, como sucedió hace pocos días en la A Través de Flandes. El esloveno está que se sale. Es un gozo ver a un doble campeón del Tour luchar en todas las carreras en las que participa desde el mes de febrero.
Es algo que no se veía desde tiempos inmemoriales. Recuerden que durante décadas, muchos de los favoritos al Tour han concentrado toda su planificación a esta carrera, descartando una concepción global e integral del calendario, con la exclusiva pretensión de llegar a Paris de amarillo. Esto, con Pogacar no sucede. El joven campeón lo quiere todo, emulando a Merckx. El que quiera la victoria del Tour de Flandes tendrá que labrarla eliminándolo en los muros que anteceden al decisivo construido por aquel agricultor loco por el ciclismo.
Baja por covid
Situándonos dentro de la carrera me asaltan algunas dudas ¿Atacará Van der Poel de lejos brindándonos un nuevo recital?. Es una de las incógnitas que debemos aguardar. Considero que es una de las fórmulas que podría emplear para contrarrestar la estrategia del bloque más en forma y poderoso del momento, y equipo de su principal rival, las abejas del Jumbo Visma. Las dudas que se cernían sobre él no hace tanto se han disipado. MVP está en forma y es uno de los grandes favoritos, del que me atrevo a matizar con emoción, y también con la razón, que es el gran favorito.
¿Veremos al mismo Van Aert de las últimas carreras?. Lamentablemente, a pocas horas de la salida, mientras escribo este artículo, acaba de conocerse la baja del campeón belga por covid. Pero aprovecho la ocasión. El belga luce cuando ataca y no corre a defender, como se comprobó en el último Mundial, donde acabó mordiendo el polvo del camino. Las carreras que ha ganado últimamente ha sido atacando, seguro de su talento. Ha dominado siendo agresivo, pero también es cierto que en ninguna de ellas se ha enfrentado a un MVP pletórico.
Un recorrido tan exigente, sometido a las inclemencias y dureza del tiempo, amplía el espectro de posibilidades. Apunten estos nombres entre los favoritos. Verdaderos clasicómanos, expertos en carreras de un día, que llegan a la cita en un buen momento de forma. Los daneses Kragh Andersen y Mads Pedersen, el italiano Alberto Bettiol, el último campeón de la MSR, Mohoric, el joven Thomas Pidcock, Campenaerts, las otras abejas Laporte y Bencot. Al español Cortina le veremos intentarlo, pero salvo sorpresa mayúscula, su mejor opción es acabar entre los primeros veinte clasificados.
