París-Roubaix: la gloria de Napoleón

“Esta carrera es una mierda. Ya la he ganado. Adiós”. Así festejó en 1981 Bernard Hinault su único triunfo en la Paris-Roubaix, la reina de las clásicas. Conocida como el Infierno del Norte, – denominación que un cronista le dio tras el devastador estado en el que quedaron las carreteras por los obuses de la Primera Guerra Mundial -, es el paradigma del ciclismo legendario y épico. Barnizada por sus historias, para cualquier ciclista acabarla es un triunfo. Conseguir la victoria significa el reconocimiento y la admiración de los aficionados de por vida.

Sin saberlo, Napoleón trazó un recorrido ciclista que envuelve mitología, dureza extrema, caos y gloria.

Adoquines

La 117 edición aguarda el homenaje a Michael Goolaert, joven ciclista belga que perdió su vida por un fallo cardiaco en la edición del año pasado. Son 257 kilómetros con 54,5 de tramos adoquinados volverán a convertir el clásico Monumento en un espectáculo de primer nivel. Vicenç Reynes, ciclista mallorquín con mayor número de participaciones en la prueba, me la definió como una verdadera locura, donde los conocidos adoquines son realmente baches y agujeros unidos por el conocido símbolo de la carrera. Añadía el corredor de Deià que los cortes imprevistos y provocados por las frecuentes caídas incrementan la dificultad y la probabilidad de perder posiciones en un estirado pelotón. La estrategia queda expuesta a cualquier imponderable que trastoca las óptimas sensaciones del corredor si se cruza con el infortunio.

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Elegidos

Cuando Napoleón Bonaparte ordenó construir aquellas vías empedradas que unen el puerto de Calais y Valenciennes para el transporte de mercancías, soñaba con un Imperio Francés. Aquel afán fue en vano. Pero sin saberlo trazó un recorrido ciclista que envuelve mitología, dureza extrema, caos y gloria. La de aquellos hombres que consiguen alzar los brazos en el Velódromo de Roubaix. Unos pocos elegidos que antes han superado mil adversidades, desplazándose a los márgenes de los caminos buscando auxilio en un terreno más amable para sus brazos y bicicletas, esquivando baches, barro y piernas. Entre los favoritos de esta edición están los Stybar, Sagan, Gylbert, Van Avermaet, Lampaert y otros grandes especialistas. No suelen estar los españoles. Pero a buen seguro, que nuestro corredor mallorquín Lluis Mas, Carlos Barbero, Iván Cortina y Erviti, nos harán vibrar como grandes ciclistas que son.

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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