Subecarros de luxe

Poder ver todos los partidos de la temporada comodamente sentado en la butaca, con catering y atención personalizada costará 30.000 euros en Son Moix. Este es el precio que el RCD Mallorca ha colocado para quien quiera disfrutar de un palco privado con capacidad para doce personas. A simple vista parece un precio desorbitado pero, con la calculadora en la mano, sale a 133 euros por partido y persona. Algo que, dadas las comodidades y privilegio, no me parece caro.

No significa que sean mallorquinistas sino subecarros VIP que disfrutarán del espectáculo a precio de oro.

Alta demanda

El producto se ha agotado antes de salir a la venta y ahora el problema es para el departamento de marketing del club con el doble de peticiones de los palcos disponibles. Entre la cuarta y la quinta planta del estadio de Son Moix se ubican 36 palcos VIP. Unos tiene doce butacas y los pequeños con la mitad de asientos. Todos están equipados con televisión de plasma y mini bar. Los de treinta mil euros también incluyen parking privado, acceso directo a la zona de palcos en ascensor y atención personalizada por azafatas y azafatos del club que se preocupan de que no les falte de nada a los abonados VIP.

Largas colas en las oficinas de Son Moix para renovar los abonos. Foto: RCDM.
Largas colas en las oficinas de Son Moix para renovar los abonos. Foto: RCDM.

No apto para hinchas

El menú del catering está previsto que sea cocina de fusión y se servirá en la previa y descansos de los partidos. La demanda de este producto exclusivo había caído en picado en los últimos años abriéndose solamente unos pocos palcos para compromisos del club y patrocinadores. A pesar de intentar comercializarlo con diferentes empresas externas ni patrocinadores ni empresas se interesaron por disponer de este espacio. Al aficionado, más concretamente al hincha de un club, lo que le gusta es todo lo contrario a como se vive un partido en estos boxes donde apenas se escucha el ambiente de la grada. Es un espacio insonorizado donde el fútbol se vive sin pasión ni estrés.

A precio de oro

La ubicación es privilegiada, con una vista panorámica del estadio, reservada a las relaciones públicas entre empresas y clientes a los que se les invita a un partido donde lo menos importante es quien juega y el resultado. Mientras, los auténticos mallorquinistas hacen interminables colas al sol otros también hacen fila sentados en sus despachos esperando la llamada del club confirmándoles que tienen su palco a treinta o quince mil euros. Por algo son VIP. Lo cual no significa que sean mallorquinistas sino subecarros de luxe que disfrutarán del espectáculo a precio de oro.


Portada: Palco VIP de Son Moix (RCDM).

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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