Vacío de autoridad

Algunos me trataréis de alarmista pero, en los últimos días, se han producido dos episodios que calificaría de mal gusto con futbolistas del Mallorca en las redes sociales. Antes de entrar en detalles, la primera lectura que se debe extraer es la de que algo falla en el club y, para ser más concisos, falta un director general o CEO que transmita orden a los trabajadores sean o no futbolistas. Desde la salida de hombres Mateu Alemany -hoy en el Barcelona- o la de Maheta Molango, el club carece de esta figura, lo cual puede tener graves consecuencias.

Ortells y Díaz han demostrado sus cualidades para fichar y negociar pero no han conseguido gobernar a la plantilla.

Referente

En cualquier empresa, sea grande o pequeña, es clave la presencia del llamado jefe. Un ejecutivo del más alto nivel que inspire respeto solamente con su presencia. En el club, hoy por hoy, no se tiene al hombre o mujer que ejerza una autoridad sobre la plantilla. Ni Pablo Ortells, director deportivo, ni Alfonso Díaz, CEO comercial, lo han conseguido y tampoco creo que sea su trabajo. Los dos hombres fuertes de la propiedad con despacho en la planta noble han demostrado sus cualidades a la hora de fichar y negociar pero no han conseguido llegar a gobernar a la plantilla. Tampoco debe recaer en el entrenador el capítulo disciplinario y en el de los valores que los futbolistas deben proyectar hacia el exterior.

Resentimiento

La alarma ha saltado cuando la esposa de un futbolista ha utilizado una red social para criticar al jefe de su marido, Luis García Plaza, algo que desgraciadamente está poniéndose de moda. La imagen que se proyecta hacia fuera con este episodio es perjudicial para todas las partes. El primer perjudicado es el futbolista en todos los aspectos. Su imagen sale muy tocada y, de rebote, la del club. El segundo acontecimiento que ha demostrado la falta de valores en un componente de la plantilla fueron las fotos que este jugador subió a las redes enseñando su nuevo coche deportivo descapotable de altísima gama.

Ostentación

Solamente faltaría que no pueda comprarse el coche, la casa o un avión privado. Pero no son tiempos para estas puestas en escena en un lugar, enclave de la ostentación y el lujo, como es Portals. Si esto lo hace otro perfil de persona, no gusta. Pero un futbolista, que representa a una institución como el Mallorca, queda feo. Hay mucha gente en el paro pasando penurias, empresarios que despiden a sus empleados y muchos son mallorquistas. Lo que transmite su futbolista no cuadra con la realidad. Lo más triste es que más de 150 aficionados hayan pulsado el me gusta. Nunca llegaré a entender estas actitudes en los tiempos que corren. Ni la del jugador ni la del hincha que le ríe las gracias a su intocable ídolo.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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