Visionario y entusiasta

Estoy escribiendo estas líneas todavía bajo el shock de haber sabido, a cinco minutos de empezar el programa en esRadio, el fallecimiento de Miquel Jaume Roig a la edad de 67 años. Menuda racha que llevamos en el último año. Es un momento tremendamente complicado. El presidente y fundador del Palma Futsal era alguien al que, personalmente, le tenía especial aprecio. Era irónico, de los míos, que controlaba absolutamente todo sin ningún tipo de ostentación. Siempre tuvo en José Tirado, director general, su punta de lanza. Más de una vez he reflexionado en mis artículos sobre la brillante gestión de la entidad. Detrás de los Tirado, Vadillo y las grandes plantillas del Palma estaba él. Una persona que llevaba por bandera el lema quedar bé no costa res incluso cuando las cosas no habían salido bien, perder una final en la prórroga o caer una y otra vez contra el Inter en la Copa de España.

Llevaba por bandera el lema quedar bé no costa res incluso cuando las cosas no habían salido bien.

Trato cercano

A Miquel Jaume jamás le escuchamos una mala palabra. Eso sí, tenía carácter y le leía la cartilla a los jugadores dentro y fuera del vestuario, incluso en las ruedas de prensa. Vivía el deporte con una intensidad brutal mañana, tarde y noche. Lo sabía todo del entorno mediático. Conocía cual era la línea editorial de todos los compañeros. Su capacidad de trabajo era desorbitada. Era un visionario de los negocios y un entusiasta del deporte. En la década de los ochenta fue entrenador del Mallorca B y siguió siendo un habitual en las instalaciones del campo Miquel Nadal. Miquel Jaume era un hombre detallista. Era de los pocos mandatarios del deporte que invitaba a cenar a los enviados especiales a la Copa de España. Le gustaba el trato cercano y personal, las charlas e inclusos algunas risas arreglando el mundo, el fútbol sala y el deporte en general.

Miquel Jaume junto a la presidenta Armengol en el 20 aniversario del club.

Referente

Era de esos personajes que, con su forma de hablar reposada, da gusto siempre de escuchar. Algo que, conociendo el imperio que llegó a construir, denota que siempre fue un tipo muy inteligente con el plus de ser afable y preocupado por los demás. Le encantaba que en las presentaciones de principio de temporada acudieran las familias de los futbolistas y el cuerpo técnico. En estos media day incluso los políticos invitados se sentían desubicados con un protocolo tan entrañable. Del mismo modo que era capaz de ensalzar la labor de un cargo público con elegancia, era también contundente cuando su gestión no era la adecuada para su Palma Futsal y el deporte isleño. Pondría la mano en el fuego que la campaña SOS Esports lleva su sello con la siempre brillante puesta en escena de José Tirado. Hasta el último día ha sido un referente. Qué pena, la verdad. Nos ha dejado uno de los nuestros. En paz descanse, Miquel. Mi pésame para su familia y la del Palma Futsal.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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