Es indudable que el Mallorca está posicionado para asaltar las posiciones de privilegio. A pesar de ello, debe dar un paso adelante y resolver algunos desajustes si quiere optar a la última plaza sin dueño para estar en PlayOff. A Vicente Moreno solamente le falta dar con la tecla. Sobre todo lejos de Son Moix donde vemos que el técnico valenciano trata de introducir variantes en el once sin hallar éxito en las últimas salidas. Como último ejemplo, me sorprendió que Lago Junior jugara en punta frente al Albacete cuando es un futbolista de banda.
La cuestión es que los futbolistas sepan leer los partidos y puedan adaptarse a los giros inesperados que se producen.
Girar la tortilla
Conociendo el míster como jugaba el equipo de Ramis, tal vez quiso sorprender con la velocidad del marfileño. El problema es que todo se desmoronó a partir del minuto siete y al Mallorca le costó un mundo. Cuando al equipo le sacan del guión establecido en el partido, se desmorona y ello es preocupante. A los futbolistas les cuesta girar la tortilla cuando le suceden episodios inesperados. Lo vimos en Zaragoza sin lograr matar el partido con cero a dos cuando se lesionó Salva Sevilla. En Cádiz parecía que estaba cómodo en un partido con el marcador a favor y en superioridad.
Adaptación
Es una cuestión de saber adaptarse a lo que te pide el partido. Unas veces planea algo el entrenador pero, si sucede cualquier imprevisto en forma de gol en contra, lesión o expulsión, hay que saber encontrar soluciones en el momento. Es importante la lectura de partido por parte de los propios jugadores y darse cuenta de lo que te propone o cómo reacciona el rival a tu planteamiento. Hay jugadores que salen a jugar igual con cero a cero, con uno a cero o cero a uno perdiendo. Con el marcador favorable todo se ve muy fácil pero, los equipos que triunfan, son los que saben capear el temporal.
Portada: Salva Sevilla abandonando la Romareda en camilla (LaLiga).
