A puerta cerrada

La situación epidemiológica es alarmante con miles de infectados dentro y fuera del deporte. Así como en las primeras olas los deportistas de clubes de elite lograron, gracias a las severas normas anticovid, contener el número de positivos, hoy es imposible. La exagerada relajación por parte de todos tiene como consecuencia inminente el parón total deporte profesional y amateur. Por no hablar del base que ya debería haber cerrados los entrenos y sus competiciones pensando en los niños como potenciales víctimas de contraer la grave enfermedad.

Temerarios

No logro entender como los clubes de LaLiga y ACB, que fueron ejemplo en la lucha contra los contagios con protocolos estrictos, como el de las famosas burbujas; se han dejado llevar por las falsas expectativas de tener controlada la pandemia en España.

Al margen de las decisiones políticas, el deporte debería ir un paso por delante cerrándose al público.

El hecho de que la población en general se salte las normas y recomendaciones, puede entenderse. Pero lo de las empresas deportivas que viven del espectáculo que ofrecen y venden, primero a las televisiones y después a sus abonados, es intolerable que no hayan intentado buscar una solución viendo los antecedentes.

Irresponsables

En qué cabeza cabe que un grupo de personas como son la inmensa mayoría de futbolistas, jóvenes con dinero y muchas ganas de diversión con la familia y amigos, haya disfrutado de la misma libertad que el resto de humanos. Los dirigentes de las entidades deportivas argumentan que no pueden encerrar a sus jugadores durante la semana de vacaciones y que confían en la responsabilidad individual de cada uno. El mejor ejemplo de que no ha funcionado esta tesis la tenemos, de momento, en el Voley Palma y el Palma Futsal. Veremos qué sucede con el regreso de los futbolistas del Mallorca y cuantos no podrán estar, aunque el club ya ha avisado que no dará cifras ni nombres, frente al Barcelona el próximo domingo.

 

Aglomeración sin mascarillas en un macroevento durante la Nochebuena en Mallorca.

Preocupación

El entrenador del Palma Futsal ha sido el primero en opinar sobre la actual crisis de contagios que azota su plantilla. En un tono de preocupación, Antonio Vadillo ha utilizado expresiones como las de “situación compleja que anteriormente no habíamos vivido”, “es un contratiempo tener varios positivos en la plantilla”, “en el momento en que te relajas, el bicho te ataca”, “lo más importante ahora es la salud y veremos qué nos dicen las autoridades sanitarias si tenemos más positivos”.

Transparencia

La nota de prensa del club palmesano es todo un ejemplo de transparencia y de afrontar el problema con nombres y apellidos. Asumiendo que algo se ha hecho mal en este último ataque de la variante ómicron. La entidad, tras los últimos positivos de Fabio, Vilela y Nunes, ha decidido suspender los entrenamientos y solicitar el aplazamiento del partido en Murcia. En la LEB Oro de baloncesto son muchos los partidos que no se han podido disputar por contagios, así como infinidad de otros deportes.

Ejemplaridad

 La gran incógnita es cuando y como van a parar el fútbol profesional. LaLiga, ACB y las federaciones, al margen de las decisiones políticas, deberían ir un paso por delante y cerrar el deporte hasta la recuperación de una cierta normalidad. No ayudará a tomar esta drástica decisión el ver las discotecas con más de mil personas desatadas sin mascarilla y con restaurantes abarrotados. Pero el deporte profesional, como el fútbol o el baloncesto, deberían volver a dar ejemplo y cerrar al público sus espectáculos.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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