Bajo investigación

Pablo Maffeo, Jordi Mboula y Manolo Reina han recibido gravísimas amenazas y desagradables insultos después de perder contra el FC Barcelona. Los futbolistas, en concreto en el caso de Maffeo, quiero pensar que ya habrá denunciado ante la policía estos hecho que, por su gravedad, merecen ser investigados y juzgados.

Ojalá se te muera la madre, el padre, la abuela, el perro, el hijo o la hija que vas a tener en el futuro, soltó un usuario en un audio.

Anonimato y cobardía

Es intolerable, vergonzoso y alguien debe poner fin a estas conductas que, además, como es este caso se hacen desde el anonimato y la cobardía de no dar la cara ni, por supuesto nombre y apellidos. En esta ocasión fue en Instagram pero, en Twitter, otro usuario con un pseudónimo propuso disparar a Mboula.

Si te dejan en una habitación con una pistola y tres balas y estás acompañado por Hitler, Bin Laden y Jordi Mboula, ¿a quién dispararías y por qué a Mboula tres veces?

Con toda seguridad estos dos mensajes están ya en poder de la Brigada de Investigación de Delitos Tecnológicos y de la Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía. En el contenido de uno de los dos mensajes se habla de disparar y se menciona a personajes como el dictador austriaco o el líder de Al-Qaeda. Ello es más que suficiente para que se conozca la identidad del autor de una barbaridad de este calibre.

 

No sale gratis

En estos casos se investiga al individuo y su entorno. Algunos aficionados, casi mejor dicho fanáticos radicales del Mallorca, están dejando en muy mal lugar a la masa social de la institución que no da crédito al nivel al que han llegado algunos. Quien debería haber dado el primer paso y censurar públicamente estas conductas es el propio club denunciando y, cuando se conozca la identidad de los autores de estas amenazas, expulsándoles del estadio.

Se puede criticar, mostrar el enfado y opinar, pero nunca cruzando la línea roja. Parece que hacerlo sale gratis. Algo que envalentona al usuario que se siente impune y se crece insultando, amenazando y menospreciando a las personas. El mundo gira hoy sobre las redes con la información, la opinión y, desgraciadamente también, la delincuencia, la mala educación y las mentiras que, sobre todo, se han instalado en Twitter.

Es por ello que ya son muchos particulares y empresas los que han abandonado esta red que puede perjudicar más que beneficiar sus negocios e imagen corporativa. Por no hablar del daño que se puede hacer a personas que tengan alguna relevancia en la sociedad en cualquier ámbito. El fútbol no se puede convertir en una cueva de perturbados mentales que, a través de las redes, descargan su odio.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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