Bienvenidos los subecarros

El Mallorca ha puesto en marcha la captación de nuevos abonados de cara a la segunda vuelta de la liga para los partidos en Son Moix con un original y llamativo vídeo publicitario donde han conseguido la colaboración de los TEDAX (técnico en desactivación de explosivos) de la Policía Nacional de la Jefatura Superior de Palma logrando una gran vistosidad. Pero el contenido no ha gustado al sector más conservador y extremista de los abonados de toda la vida. El vídeo vende, con un buen criterio comercial, el espectacular cartel de ilustres visitantes que desfilarán por Son Moix en la segunda parte del campeonato comenzando por el Barça el próximo domingo día 2 de enero.

Los mejores, los más taquilleros, la elite del fútbol nacional y europeo son un excelente gancho para el aficionado al fútbol y, en especial, para los del Real Madrid, Atlético, Real Sociedad, Athletic Club o Valencia con la posibilidad de hacer caja. Este extraordinario programa debe de ser utilizado por el club. Cualquier empresa de espectáculos deportivos sueña en poder comercializar un calendario de partidos con estos clubes y sus estrellas. Este es un claro ejemplo de las ventajas de ser miembros del exclusivo club de la Primera División.

El Mallorca abre de par en par las puertas de Son Moix a los ‘subecarros’ porque los ‘auténticos’ no han respondido.

Ni voz ni voto

Las críticas al club por utilizar como reclamos la imagen de los cracks de LaLiga en busca de clientes no mallorquinistas no se sustentan. Además deja al descubierto al anticuado abonado que se piensa que el club es suyo. Donde los llamados subecarros, los cuales son simples futboleros que no tienen por qué ser del Mallorca, no tienen derecho a ver a otros equipos importantes.

El fútbol ha cambiado mucho en los últimos tiempos y parece mentira que todavía existan aficionados que puedan pensar que tienen voz y voto en una sociedad anónima deportiva. Esto hace tiempo que no es así. El abonado solamente dispone del derecho adquirido a un asiento numerado y de aplaudir o pìtar durante los partidos. Todo lo demás ya ha pasado a la historia.

 

Críticas e insultos

En qué cabeza cabe criticar rozando el insulto a su club del alma por gestionar muy bien sus recursos. Como en este caso el abono de la segunda vuelta. El Mallorca es un producto con más de cien años de existencia, pero con la nostalgia no se pagan las nóminas de los futbolistas ni se generan ingresos extra. El fútbol de hoy en día es negocio, márketing, derechos de televisión y ticketing.

Este enfado de los de siempre en redes sociales, que habitualmente jalean todo lo que dice y hace la institución y que se ponen de perfil en el escándalo Sarver, seguro que con una invitación VIP o alguna preferencia volverán a su línea oficialista y dejarán de molestar después de que la anunciada bomba les haya estallado en sus manos.

¿Dónde están?

Por último, el argumento más doloroso para los más fanáticos mallorquinistas es el de los números. Las cifras no engañan a nadie. Hace dos temporadas el proyecto de Maheta Molango encandiló a la masa social, desbordando todas las expectativas de la campaña de abonados, cuando se llegó al tope permitido de 16.000 carnets

Esta temporada el mallorquinismo no ha estado a la altura y no se ha alcanzado el listón de entonces. Es por ello que en la institución abren las puertas de Son Moix de par en par a los subecarros. Están en pleno derecho tras esperar una respuesta multitudinaria de una afición dormida, ya sea por la pandemia o apagarse el efecto de la novedad.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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