El Toro del Monte sagrado

Paladeando todavía las excelentes sensaciones de la última Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo, con cierta nostalgia de los buenos momentos vividos, y alguna que otra secuela física por la exigencia a la que se somete uno mismo cuando se sube a una bicicleta, el mes de octubre avanza y el festival cicloturista no para. 

Menorca se avecina. Remanso estético que serena el alma solo de recordar su paisaje. Sin embargo, que nadie se lleve a engaño. Cuando hablamos de ciclismo, la isla esconde tanto encanto como exigencia.  

La cima de Menorca, la cumbre del cicloturismo

Especialmente, cuando toca enfrentarse a la cota más célebre y única: Monte Toro. Un astifino de más de tres kilómetros que, por momentos, se transforma en un miura embolado. Fue el mítico Perurena quien reconocía con cierto asombro que el torito menorquín tenía casta y bravura. 

La Volta Cicloturista Internacional a Menorca tiene en la jornada dominical su día de gloria. Las piernas no andan tan ligeras, la noche y la gastronomía de Mahón también influyen; alguna hora de sueño se echa en falta. 

El domingo es el gran día, el más esperado: el del ascenso al Santuario Monte Toro

Muchos familiares salen con antelación a esperar entre riscos a los ciclistas. La cima amanece más poblada y colorida de lo normal. El paisaje es un espectáculo para la vista. Toda la isla se vislumbra desde lo más alto. La foto es obligada, y nadie se le escapa la oportunidad de intentar retener el momento. 

Son muchos los que repiten. La Volta de Menorca se convirtió en costumbre para ellos. Cada año cuesta más, sin embargo, la isla engancha, y el ascenso al Toro, también. “Al menos una vez al año”, se escucha repetir. 

Fotos de @Xisco Munar

Los ciclistas menorquines conocen hasta el número de piedras que hay en las curvas. Examinar el tormento que desemboca en el éxtasis tiene su ventaja. 

Cuando me enfrenté al Toro por primera vez, sufrí lo indecible. A falta de dos curvas, con una rampa infernal por delante, hubo instantes en los que me sentí incapaz de coronar aquella cota. Hasta que emergió el gen de supervivencia que vibra en todo ciclista. 

Se trataba de batir a tu propio enemigo: el abandono. Capitular es un pensamiento que ronda en dos o tres momentos de la subida. Poner el fatídico pie en tierra. Sucumbir a la maldición de todo ciclista.

En aquella edición fue el cántabro Ivan Gutierrez quien llegó primero. El otrora ciclista del Movistar se zafó de todos los menorquines y reavivó otro tipo de gen, el competitivo. 

Se avista la fiesta

El contexto ayuda. Siempre hay uno que marcha más que tú, pero para otros tantos, el aventajado es uno mismo. Leve consuelo para continuar el ascenso. Los más prudentes se han dosificado cuando tocaba hacerlo, en la primera rampa, aquella que no termina y que coge pletóricos de fuerzas a unos y otros. 

A medida que continúa el ascenso, la carretera parece estrecharse. La vegetación cierra la visión. Todo es asfalto y ver ruedas pasar. Buscas la tuya, la de ese sherpa que te conduzca a lo más alto. Sin embargo, no existe gemelo idéntico. Entre tantas procedencias y capacidades, todo obliga a seguir apretando para no interrumpir el acto de fe: coronar el Monte Toro. 

En la cima se organiza espontáneamente la fiesta, las fotos compiten con los abrazos. 

Voy a llegar de la manera que sea. Cuando se acaben las fuerzas, pondré el alma, si es necesario”. Quedan dos curvas. Las más difíciles, las más encrespadas. Existen otras cimas, otras cumbres, mucho más duras y exigentes, pero en el idioma cicloturista, es santo y referencia cruzar el paso marcado que otorga el desahogo, el descanso. 

Llega la fiesta, el momento de la celebración. Los abrazos compiten con las fotografías, todos se juntan y refrigeran contando su experiencia. Se ha conquistado el cielo de Menorca. Las sonrisas se esparcen y derraman en el descenso hacia Mercadal. La Volta Cicloturista Internacional a Menorca suma una nueva edición. En todos los calendarios comienza la cuenta atrás con un objetivo común: El año que viene volveré, y bajaré mi tiempo.

 

Inscripciones: elitechip.net

Sobre Fernando Gilet

El Rutómetro de Fernando Gilet. Blog personal | IG @fernandogilet | Opinión, comentario y análisis de la actualidad ciclista de allí y de aquí con un toque muy personal.

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