El RCD Mallorca es de Primera División. Desde el domingo la SAD ha vuelto al club de los millonarios y elegidos. Tengo que reconocer que, seis años después, sigue siendo la mejor liga del mundo. Seguro que han cambiado muchas cosas desde que abandonaron, por deméritos propios, la élite. Lo que todos deberían tener claro es que tiene que haber un reset en la centenaria entidad. Con el ascenso se cierra un ciclo maravilloso que ha acabado con el paseo triunfal de la plantilla por las calles de Palma y las visitas protocolarias a las instituciones.
El escenario será diferente a lo vivido en este capítulo desde que arrancó la ‘Era Moreno’ en Segunda B.
¿Seguirá Moreno?
Tras el baño de masas se abre un futuro apasionante y, al mismo tiempo, repleto de incógnitas en el área deportiva. La primera es que me urge aclarar es la continuidad del entrenador como pieza clave para el nuevo proyecto. Me equivoqué cuando creía que sin Moreno en el área técnica, al estar sancionado, el equipo se resentiría. No fue así. La situación de hoy nada tiene que ver con salvar cuatro partidos. Ahora hablamos de una planificación y confección de una plantilla de Primera. El escenario será diferente a lo vivido en este capítulo desde que arrancó la ‘Era Moreno’ en Segunda B.
Abundancia
Hay que aprovechar la inyección millonaria que entrará en la cuenta corriente del club en concepto de derechos televisivos, márketing, ingresos atípicos y abonos. Una cifra que estará por encima de los 70 millones de euros. A este panorama económicamente idílico hay que añadirle que Robert Sarver está dispuesto a echar el resto a la hora de seguir invirtiendo. Con este porvenir de abundancia gracias a una propiedad seria y solvente, parece imprescindible convencer a Moreno para que continue junto a Javier Recio liderando el cambio.
Récord de abonados
De no ser así, deberán acertar con el sustituto. Algo que no será fácil vistos los precedentes al fichaje del valenciano con fracaso tras fracaso. Hay que estar preprarado para recibir la mala noticia y quiero pensar que el club debe tener un plan B sobre la mesa por si es necesario activarlo. Mientras esta incógnita se resuelve, los mallorquinistas salen de debajo de las piedras. Es suficiente con mirar las imágenes de Cort o Tortugas. Han sido miles los que han festejado el ascenso. Los abonos para la próxima temporada no serán baratos pero seguro que la cifra estará por encima de los 18.000 carnets. Todo lo que no sea estar en esos parámetros significará un fracaso.
