Sin ACB pero con orgullo

El Iberojet Palma ha estado a punto de tocar el cielo de la liga ACB, la mejor de nuestro continente, al haber caído en la Final Four de Bilbao. Una verdadera pena pero, visto desde la reflexión y la frialdad empresarial, casi mejor este final. Se ha perdido la ACB en la pista, en el último partido de la temporada y el éxito ha sido reconocido por todos. A nadie del club se le puede reprochar nada y solamente queda felicitarles.

El verdadero éxito ha sido que, más allá del aficionado al basket, este fin de semana todos hemos sido del Iberojet Palma.

Mejor así

Habría sido una pena lograr la plaza y tener que renunciar a ella por falta de músculo económico. Del éxito deportivo se hubiese pasado al fracaso y, lo que es peor, el desprestigio de ser incapaces de de reunir un presupuesto desorbitado. El presidente Guillem Boscana, en su reaparición tras casi siete meses de silencio, solamente comentó que sabía de memoria las condiciones y exigencias para jugar en la ACB ante el hipotético escenario de subir. No hizo ninguna referencia a cualquier hoja de ruta o plan por si se conseguía el ascenso. Solamente dejó clara la intención de pasarle a las instituciones políticas la patata caliente de que, sin su aportación millonaria como la que tienen en otras províncias, sería complicado.

Boscana en la firma del acuerdo de patrocinio con Iberojet. Foto: BSA.
Boscana en la firma del acuerdo de patrocinio con Iberojet. Foto: BSA.

Sin subvenciones

Solo faltaría que una entidad pública aportase un euro a fondo perdido para un proyecto empresarial, súper profesional y con ramificaciones financieras que rozan ser compañías del IBEX35. Los tiempos y la política han cambiado mucho. Ahora no se puede extrapolar a los sucedido con el ascenso del Menorca Bàsquet cuando el Govern de Matas le construyó un pabellón en tres meses y cubrió la inscripción del equipo. Hoy la aportación al ATB de 500.000 euros se tacha de escándalo. El deporte base y la sociedad tiene necesidades de primer orden antes que los apoyos económicos a estructuras deportivas profesionalizadas. El ajuntament si que tendría que aconsdicionar el Palau d’Esports, pero incluso este movimiento traería malestar entre el resto de clubes modestos de la ciudad. Pensar en dinero público es meterse en un callejón sin salida. Mejor no tener que haber pasado por este desagradable momento de discrepancias, presiones y deterioro de la imagen.

Apostar por la ACB

Entiendo la dificultad de conseguir una nómina de patrocinadores con aportaciones millonarias. Las empresas mallorquinas han dejado claro que no están por la labor. Hoy por hoy solamente la casa de apuestas BetPoint, de capital balear, quizás podría entrar en sus planes la ACB. No veo otra, al margen del actual patrocinador Iberojet, apostando por el baloncesto de élite. Ahora lo que toca es reconocer el gran trabajo de esta temporada que ha acabado sin el ascenso, pero con un club que ha subido como la espuma por su imagen y conexión más allá del aficionado al basket. Este fin de semana todos hemos sido del Iberojet Palma.

Sobre Tomeu Terrasa

Comunicador dedicado durante más de 30 años a la información deportiva. Ha narrado al RCD Mallorca en Primera y Europa además de acompañar a Moyà y Nadal alrededor del mundo desde 1997.

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